PUNTO DE ENCUENTRO ENTRE SENSUNTEPEQUE Y EL MUNDO

sábado, 5 de junio de 2010

SENSUNTEPEQUE EN 1898. EL RECLAMO DE ROSA GELBTRUNK. Un conflicto entre El Salvador y Estados Unidos.

Fotografía antigua de la actual calle Doroteo Vasconcelos oriente


En noviembre del año de 1898 ocurrió en Sensuntepeque, Cabañas, el robo de mercadería, al parecer por parte de las fuerzas revolucionarias de Tomás Regalado, perteneciente a una empresa comercial estadounidense que había venido a hacer negocio a El Salvador. Esto condujo a un enfrentamiento diplomático entre la República de El Salvador y los Estados Unidos de América.


¿Qué eventos históricos estaban ocurriendo para entonces en El Salvador? ¿Quiénes eran los dueños de esta empresa comercial? ¿A cuánto ascendía el monto de lo robado? ¿Cómo se solucionó el conflicto entre nuestro país y los Estados Unidos?


Son muchas preguntas. Pero lo bueno es que todas tienen respuestas. Y la mejor manera de responderlas es presentando los hechos históricos de lo que ocurrió.


Sensuntepecanos entre la iglesia Santa Bábara y el parque


El Salvador de ese entonces se encontraba en un vaivén geográfico-político intenso, ya que precisamente hasta ese noviembre dejó de pertenecer a la República Mayor de América Central, la cual fue una breve unión entre Honduras, Nicaragua y El Salvador, que duró de 1896 a 1898, en un intento de revivir la fallida República Federal de América Central. Los tres países habían estado de acuerdo en establecer la unión con la firma del Tratado de Amapala y hasta habían rebautizado a la unión como «Los Estados Unidos de América Central». La capital había sido ubicada en Honduras, en la ciudad de Amapala, en el Golfo de Fonseca. Sin embargo, la unión fue disuelta después que el General Tomás Regalado tomó el poder en El Salvador el 21 de noviembre. (1)


Tomás Regalado


Tomás Regalado fue uno de los conspiradores que en 1894 participó en el derrocamiento del gobierno de Carlos Ezeta, dentro del movimiento llamado de "Los 44", batalla muy conmemorada en el departamento de Santa Ana. El 14 de noviembre de 1898, el General Regalado derrocó al presidente Rafael Antonio Gutiérrez, aun cuando este consideraba a Regalado como su mejor amigo. (2)


Al fondo puede observarse el Cerro Grande de Sensuntepeque


El 18 de dicho mes y año, en un intento por sostener la legalidad y el pacto federativo, los patriotas doctor Prudencio Alfaro y doctor y general Luis Alonso Barahona, ocuparon la plaza de Sensuntepeque. El día siguiente, como a las ocho de la mañana, las fuerzas regaladistas comandadas por el general Ladislao Salazar y coronel Ángel Castillo, atacaron a las fuerzas unionistas en la hacienda de San Francisco, quienes aún a pesar de estar en desventaja en cuánto a arsenal de guerra y faltos de apoyo del pueblo sensuntepecano se apoderaron del Cerro Moidán y el teniente coronel José E. Recinos, de orden superior, subió a la cima e izó, en un árbol de laurel, el estandarte de la República Mayor (la unionista).


El capitán golpista y fiel a Regalado, Fabián M. Trigueros consiguió, después de batallar duramente contra los unionistas, alzar la bandera salvadoreña, y como a las cinco de la tarde de ese día, el ejército unionista, falto de provisiones, evacuó la ciudad de Sensuntepeque y se marchó rumbo a Honduras. (3)


Fotografía antigua de la actual calle Doroteo Vasconcelos poniente


Fue en el marco de esta hecatombe gubernamental de 1898, que sucedió el robo valorado en $22.000 (en plata) a Maurice Gelbtrunk & company, empresa que creemos se dedicaba a la explotación minera en Sensuntepeque.


Tomás Regalado en 1899 fue elegido bajo “elecciones populares”, presidente constitucional para un período de cuatro años. Se dice que el derrocado presidente Gutiérrez jamás lo perdonó.


A continuación les presentamos el documento elaborado en 1902 en Washington, Estados Unidos de América, en donde se establece el reclamo de Rosa Gelbtrunk y la resolución del conflicto. He aquí el documento en cuestión:


“Ciertas diferencias han emergido entre los Estados Unidos de América y la República de El Salvador que consisten en que esta última República mencionada pague la indemnización por la pérdida de recursos sostenida por ciertos ciudadanos estadounidenses cuyos nombres son Maurice Gelbtrunk e Isidoro Gelbtrunk, miembros de la firma de Maurice Gelbtrunk y compañía, debido a la pérdida y destrucción de la mercadería perteneciente a la susodicha firma, durante la ocupación de la ciudad de Sensuntepeque, en el mes de noviembre de 1898, por una fuerza revolucionaria. Dicha mercadería fue desaparecida, robada o destruida por los soldados de la susodicha fuerza armada revolucionaria. El seguimiento a esta solicitud de indemnización fue otorgado a la actual demandante Rosa Gelbtrunk, por parte de la firma Maurice Gelbtrunk y cia. Habiendo sido imposible alcanzar un acuerdo entre las partes a través de la vía diplomática, se solicitó el arbitraje internacional a cargo de Sir Henry Strong, de Canadá; el honorable Don M. Dickinson de Michigan y el honorable señor Don José Rosa Pacas, de Santa Ana, El Salvador, quienes teniendo en sus manos el deber de escuchar y determinar las diferencias ya mencionadas, después de haber leído y considerado las evidencias y documentos proporcionados por las partes involucradas y habiendo escuchado a las partes y a sus asesores, procedieron a dictaminar la sentencia siguiente:


“Los árbitros adjudican y declaran que los Estados Unidos, a nombre de Rosa Gelbtrunk, no tienen derecho a pedir ningún pago o indemnización por los reclamos hechos.


“En fe de lo cual, los árbitros arriba mencionados firmaron y publicaron este dictamen en la ciudad de Washington, este segundo día de mayo, en el año de nuestro Señor de 1902. Elaborado en cuadruplicado en inglés y en español. Firmado por Henry Strong,Don M. Dickinson y José Rosa Pacas.” (4)


Sensuntepeque de antaño



Ayudó mucho a que la resolución favoreciera a El Salvador los antecedentes histórico-jurídicos del siglo XIX de ciudadanos estadounidenses y europeos, con casos similares en Nápoles y Toscana, Italia; así como en Georgia, Estados Unidos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó el caso en el volumen XV, pp 463-466, del “Report of international arbitral award”, en donde se habla de este conflicto entre El Salvador y Los Estados Unidos y sirve actualmente como referente en cuestiones de arbitraje internacional.



Texto:

Érika Valencia.Perdomo

Óscar Perdomo Léon


Traducción libre del inglés al español de algunos textos:

Óscar Perdomo León



Referencias:

(1) http://en.wikipedia.org/wiki/Greater_Republic_of_Central_America

(2) http://es.wikipedia.org/wiki/Tom%C3%A1s_Regalado

(3)http://www.fisdl.gob.sv/servicios/en-linea/ciudadano/conoce-tu-municipio/cabanas/780.html

(4) Extraído de http://untreaty.un.org/cod/riaa/cases/vol_XV/463-466.pdf

Dibujos realizados por Orlando Rivas, pintor sensuntepecano.

Fotografía de Tomás Regalado extraída de

http://es.wikipedia.org/wiki/Tom%C3%A1s_Regalado

Fotografías de Sensuntepeque extraída de:

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9R3JAutbLjRSEV28vkRWH4j8NZ-s4IHNT1XMf9la-T8PsOz8VYWBOoh7Cn2Te0aIx74gfR36htiJSevTPI0oNq9ckhkAuDLfHc5WKBXI4qm9hMlRVfkVzhIU95sHiUYdqUnKX13ai09XP/s400/sensuntepeque+de+anta%C3%B1o7.jpg

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/7b/SV-Sensuntepeque.png

Las dos fotografías antiguas de la actual calle Doroteo Vasconcelos fueron proporcionadas por Café Jazz, de Sensuntepeque.



6 comentarios:

JonathanCruz dijo...

Que interesante esta parte de la historia. Muchas gracias por revivirla...

Érika Valencia-Perdomo y Óscar Perdomo León dijo...

Gracias, Jonathan, por leer nuestro blog.

Anónimo dijo...

Estimados Dres. Perdomo-Valencia:

entré a "Sensuntepeque, más allá de los 400 cerros" y también a "La Esquina de Érika y Óscar", y encontré lecturas y fotografías realmente interesantes. Lo de la demanda de la compañía de Estados Unidos de Norteamérica y lo referente a la joven artesana son materiales magníficos, uno por el aspecto histórico y el otro por el valor humano que implica el trabajo de la jovencita Lacayo Benítez.

Como siempre, mis felicitaciones para tan buenos trabajos.

Ana Mercedes Miranda Morán

Anónimo dijo...

Hola doctores, que interesante esta parte de la historia de Sensunte, no cualquiera la sabe.

Mario Durán

Érika Valencia-Perdomo y Óscar Perdomo León dijo...

Gracias por su comentario, don Mario Durán.

Érika Valencia-Perdomo y Óscar Perdomo León dijo...

Gracias por sus palabras Licenciada Miranda.